lunes, 31 de agosto de 2009

SUEÑO QUE EMPIEZA OTRA CANCIÓN (VERANO II), por Mr Dry




Queridos biofrutas y lectores silenciosos, quizá recuerdan este post en el que proyectaba mis deseos para este verano del año de Nuestro Señor de 2009.

Veamos en qué ha quedado la cosa:

Mi admiración por el universo barbijaputo sigue intacta. Aunque Chaplina sea, en realidad, el primer amor de los bios.

La fiesta psicotropical que dio inicio oficial al verano fue bien, incluso hay un documento gráfico que lo atestigua. Por cierto, Ornie no sabe que mis amigos gorrones y yo tuvimos una batalla con sifones en la cocina de su prima: aprovecho para confesar lo que las copas me hicieron hacer.

Mi sobrina fue bautizada, y hoy día es una jaquetona de 9 meses y 9 kilos de peso, con cara de ángel y sonrisa luminosa.

En el Cabo de Gata disfruté con mi amigo SedQueTeMueres y conocí a su increíble amiga R, una de esas chicas que compensa con su luz la estupidez y la mediocridad del universo. Durante esa semana ocurrió el incidente con CRHCL, una chica estupenda que se me perdió en un mar de malentendidos y de Iniciativas Dharma fracasadas. Ojalá vuelva a verla.

En el FIB me propuse consumir todas las sustancias prohibidas en el estado de Oklahoma, y casi lo consigo. Me pusieron una pulsera de artista, y me sentí reina por tres días. El bajón fue, en todos los sentidos, de agárrate y no te menees.

Ese bajón me pilló en Barcelona, con mi amigo Habitador. La semana en BCN estuvo bien. Y creo que cualquier cosa que se pueda resumir con esa frase es porque no fue la pera en realidad, y quizá no la repetiría. Como dijo un profe mío cuando un alumno le dijo que uno de los libros obligatorios ya se lo había leído: “Los libros, amigo, han de poder leerse dos veces. Si un libro no merece la pena leerlo por segunda vez, seguramente tampoco la merezca la primera lectura”. Por cierto, mi post gafopasta es éste.

Ya estaba en agosto. Me cambié de piso (¡Gracias, Marlowe, por ayudarme a tirar el sofá viejo!), me inventé la idea de hacerme un spin off de mí mismo, y me fui a vivir con María Isabel, la alemana neurocirujana. Si juntáramos todas nuestras conversaciones cabrían en la tapa de un boli bic, de ésas con agujero. Intenté hacerme amigo suyo, porque es de Berlín, y siempre he querido visitar esa ciudad. Pero su hermetismo me lo ha impedido.

Las tres primeras semanas de agosto fueron en realidad el mismo día repetido veinte veces. Mi rutina: levantarme tarde, desayunar como un marajá, comer, ir al gym, ir a TTjas a escribir los post, volver al piso y verme una peli de risa.

Areté, camarera simpática del bar TTjas, me rechazó seiscientas veces con una evidente caída de su sonrisa en cada una de ellas.
La frustración (1, 2, 3) durante agosto se ha ido acumulando como el óxido a los cascos de los barcos, y si el verano dura un poco más habría acabando entrado a un Wimpy´s con una escopeta recortada amenazando al dependiente que me vendió una hamburguesa más pequeña y fea que la de la foto.

La última semana de agosto la he pasado así.

Me sigo preguntando que, ahora que he salido vivo de agosto, si me querrás mañana.

Mañana, que empieza septiembre,que tendré nuevo trabajo y que trazaré nuevos planes con idénticas estrategias.


Abrazos.

4 comentarios:

  1. Es bonito creer, y si no creer tener la idea de un comienzo por el mes, es mucho. Sí, te irá bien

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  2. Estoy deseando verte, sr. Dry

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  3. que cabrón, menos mal que ella tampoco se enterará de la batalla de sifones

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  4. Chicos me halagais, siempre.

    Pero ojo con esto "una de esas chicas que compensa con su luz la estupidez y la mediocridad del universo", hacedle saber esto a R, que no se pierda en la blogosfera... sería una pena. Es precioso.

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