FIAT ARS, PEREAT MUNDUS (El Fib de Dry)

Para recordar lo del FIb tengo que atravesar esta semana hacia atrás: nadar contracorriente bajo fuego enemigo. Bucear hasta el fondo sin apenas oxígeno.
En el cuadro “Angelus Novus”, Paul Klèe pintó -según el filósofo Walter Benjamin- al Ángel de la Historia. Este ángel está en el presente, pero no mira hacia delante, sino que está vuelto de espaldas mirando horrorizado al pasado que va dejando atrás. El ángel quiere frenarse y volver hacia el pasado para arreglarlo y socorrer a las víctimas. Pero un huracán le ha agarrado las alas y le empuja hacia delante, hacia el futuro.
Recordar el Fib ahora, cuando noto ya el aliento de agosto en el cogote, y después de todas las cosas que han pasado desde que volví del festival, pues no es tarea fácil. Pero, vaya, hay que hacerlo.
He estado en el FIB porque mis amigos del conjunto musical “La Nieve es Blanca” (en adelante, LNEB) me invitaron a ir con ellos de técnico de sonido. Yo no soy técnico de sonido, pero sé cargar cosas como una mula; ah, y también sé afinar guitarras, que es una cosa muy útil. Total, que durante el fib he sido a) “roadie” o “pipa” (o sea, mula de carga), y b) “backliner” (afinador de guitarras, de esos que salen agachados a mitad de actuación y le cogen la guitarra al artista al tiempo que le dan una cerve fresquita). Total, Dry con una pulsera-entrada que ponía “ARTIST”, y que daba acceso a todos los lujos que un macrofestival puede ofrecer.
Como es imposible redactar en un post todo lo que vi desde mi posición privilegiada, pues voy a optar por pegar brochazos de recuerdos, siguiendo el riguroso orden de LQSMVO (Lo Que Se Me Vaya Ocurriendo):
1.- Christina Rosenvinge: Siempre me ha caído mal, porque era la mujer de Ray Loriga y ahora al pobre se le ha ido la pinza. Pero me la encontré a solas en el ascensor, y me pareció increíble. Bueno, en realidad parece un fantasma de lo pálida que está, y debe de pesar quince quilos, pero me pareció que tenía algo. Ya nunca más la llamaré Cretina Rosenvinge.
2.- La superpulsera: con mi pulsera “ART” tuve derecho a copas gratis todo el tiempo, comidas en el restaurant, “runners” o “lanzaderas” (furgonetas que te llevan y te traen al hotel), y conversaciones en plan “y tú en qué grupo tocas”, a lo que respondía algo distinto cada vez.
3.- Hordas de guiris borrachos: El 65% del público era extranjero (60% ingleses), todos ciegos y escandalosos.
4.- Conciertos que vi (sólo tres, porque el resto del tiempo nos escondíamos de las hordas de guiris en la Zona VIP bebiendo copas): 1) el gran Josele Santiago, con su rock enemigo, 2) LNEB, porque estaba en el escenario, y 3) Los Planetas, desde una grada VIP en el propio escenario, sentados entre Alaska y el Señor Chinarro.
5.- Conciertos que no vi: todos los demás.
6.- Famosetes: Lo mejor del Festival fue encontrarse a los Franz Ferdinand en el Mercadona de debajo del hotel, esperar la lanzadera junto a Nacho Vegas y Cretina Rosenvinge, Josele, hablar con los Nudozurdo o con Dorian, cruzarme con los Killers en los camerinos, intentar sentarme en la tumbona del Sr Chinarro, sufrir los empujones de los gorilas de Oasis, ver a todas sus groupies, roncarle en la oreja a Likke Li mientras volvíamos al hotel ella y yo solos, y ver a un montón de famosos de la tele, haciendo el tonto como cualquier hijo de vecino.
Ya no se me ocurren más cosas, así que doy de mano, porque creo que esta noche escribiré de nuevo, y tampoco es plan de…bueno, yo qué sé.
Saludos.