SUBTRAMAS, por Mr Dry

Hace décadas que los guionistas de series de televisión decidieron que la psicología del telespectador no está preparada para seguir con concentración la historia de los protagonistas. Por ello, introdujeron en cada capítulo las llamadas subtramas, historias paralelas en las que los personajes secundarios resolvían pequeños misterios o sufrían situaciones cómicas que compensaban el peso de la historia principal.
Esto ocurre en otros ámbitos, por ejemplo, en la fotografía, donde el sujeto fotografiado nunca debe estar en el centro y siempre debe ser equilibrado por algo secundario que aparezca en la imagen (piensen, por ejemplo, en el logo de Cuatro y lo entenderán).
No hablo de secundarios que sirven para formar un tándem, como Sancho Panza y Don Quijote, Frodo y Sam, o los polis de las buddie movies (pelis de parejas de polis, como Arma Letal o Dos Policias Rebeldes, ejemplo esta última del fascismo hollywoodiense más extremo). De lo que yo hablo es de los personajes secundarios que no complementan al prota, sino que le sirven de comparsa, como Milhouse a Bart. Los “secundarios con chiste” nunca tendrán un spin off (Frasier es un spin off de Cheers, Joey es un spin off de Friends, pero eso es porque eran series corales), simplemente porque su personaje (character, en inglés) no está lo suficientemente definido, o más probablemente porque ese personaje no interesa a nadie.
Para lo que queda de este verano, sin embargo, he decidido hacerme un spin off de mí mismo, convirtiendo a mi Milhouse particular en el protagonista de mi agosto.

Bienvenidos al verano subtrama. Es seguro que no pasará nada interesante, pero casi lo prefiero.