Me he metido sin darme cuenta en mi verano calzoncillero casi una semana antes de lo previsto, por eso ya no tengo cosas que contar, y dudo mucho que me ocurra algo de aquí a septiembre cuando cambie de curro. (Bueno, tengo una compañera de piso alemana que no habla ni papa de español, lo que puede ser fuente de anécdotas tontorronas como mucho). Por ello ahí va un capítulo de relleno, un refrito de consejos gafopastiles por si acaso quieren picar algo este verano y se dejan llevar por este viejo lobo de mar. Por cierto, me dan miedo los peces (tengo piscifobia), así que lo de “lobo de mar”… pues “menos lobos, caperucito”.
Si tuviera que recomendarles un libro sería Drácula. En el instituto me enseñaron que El cuarteto de Alejandría era la primera novela coral, donde la historia avanzaba a base de ir sumando las perspectivas de los cuatro personajes. Yo me había leído Drácula justo ese año (sí, después de ver la peli de Coppola) y a puntico estuve de levantar la mano en clase y decirle a mi estupenda profe de literatura que la novela de Bram Stoker había hecho eso mismo antes. No lo hice porque bastante fama de sabihondo repelente tenía ya, como para encima hablar sin que me preguntaran. Cada uno de los que escriben Drácula tiene su estilo definido, y no puedes sino imaginar por lo que están pasando Jonathan y Mina Harker, Lucy Westenra o el doctor Seward, a los que hay que añadir los recortes de prensa o los apuntes de personajes ssecundarios como el capitán del barco que está llevando al conde D. desde Transilvania hasta Londres. Qué novelón, la madre que parió al tren.
Si les apetece leer cuentos, Borges, Cortázar, o Bioy Casares son apuestas seguras. Kafka mola mucho, pero deben estar preparados para leerse un libro entero de cuentos (la edición de Valdemar los lleva todos) y no enterarse absolutamente de nada. Si les va el rollo francés, lean los cuentos de Flaubert. Y si aún no han leído Madame Bovary, dense una colleja de mi parte. Y pídanle a alguien que les dé una patada en la entrepierna si aún no han leído Lolita: corran a la librería más cercana y váyanse de excursión a la cabeza del entrañable perturbado Humbert Humbert. Por cierto, Lolita en la peli tiene quince años; en la novela, once.
Como saben, tengo una especial predilección por Ray Loriga. Siempre lo defenderé a capa y espada. Lean Caídos del cielo o Tokio ya no nos quiere, y me cuentan. Se parece un poco a la sensación Woody Allen, en que si el personaje no te entra, pues hay poco que hacer, porque todo lo que digan te va a parecer la misma patochada. Por cierto, los cuentos de Woody Allen (que era humorista, guionista y “columnista” en el New York Times antes del cine) son de lo mejor que he leído jamás, y Perfiles y Sin Plumas deben de ser los libros que más veces me he releído. Pura Anarquía, el que publicó hace un par de años es una ful de la capital de Turquía.
En cuanto a grupos de música, mi tríada la componen Radiohead, Wilco y The Beatles, cantando en inglés, aunque también me quito la gorra ante Arcade Fire, Yo la tengo (un saludo, Marlowe, espero que los veas algún día) y Blonde Redhead (hey, Madqui!).
En cuanto a pelis, me encantan las pelis ZAZ (Aterriza y Agárralo como puedas o Top Secret), y en general, todos los desmadres subnormales. Si me pongo serio y pedante, me quedo con Apocalypse Now, porque no puedo verla sin temblar.
No tengo tele, pero dos series que me he bajado del internet son las que me han enganchado más: Roma y Perdidos.
En cuanto a cómics, pues poca cosa, pero todo me ha gustado mucho: Sin City y 300 , David Boring (hey, Sedmort!) y Watchmen.
Los blogs que más me gustan son el de Barbijaputa, el Ojo de la cerradura, Guionista en Chamberí, Tonienlaindia y Tonienhonduras, Es duro ser Verde, el Blog del Club de Fans del Príncipe Carlos y el de Nacho Vigalondo.
Este post ha sido escrito casi íntegramente en el Bar de las TTjas, con lo que os hacéis una idea del nivel de aburrimiento que me invade.
Abrazos.
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