NO ES VIGOR, ES VAIGOR (III), por Last Dry on Earth

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He quedado en una hora. Me he puesto el Parsley, Sage, Rosemary and Thyme porque cualquier otro disco me daría ansiedad. He usado un poco del talismán, he quedado en una hora. He comprado un  paquete de Lucky Strike a Peter, el chino con acento murciano de debajo de casa de mis padres, y me he venido a la batcueva para aislarme del mundo al menos durante una hora. Mañana es el día del padre, mi padre está hecho un trapico, el pobre. Creo que no hay sinapsis en mi cerebro, debe de ser la siesta tumultuosa, como un sueño de opio, que me he echado esta tarde. Mi siesta de los viernes, un clásico, como Simon&Garfunkel, el talismán, el tabaco de Peter o la empanada mental biofruta. Solo me quedan dos cervezas frescas, e intento dosificarlas como puedo, aunque el caso es que ya me he bebido una, y sólo llevo un párrafo. Esperen, que me levanto a por la otra.




Quizá en mayo me vaya a Cuba, ya me he comprado el billete para ir a Tailandia este verano, y existe una remota posibilidad de viajar a Guinea Ecuatorial a finales de junio. El medicamento para prevenir (en un 30%) la malaria o paludismo, el terrible Malarone, que provoca pesadillas y efectos secundarios de ciencia ficción, es lo que más miedo me da.


Todo eso será a partir de mañana.


Hoy, de momento, estoy aquí, en el sofá, con las patas sobre la minimesa, escuchando música, bebiendo latas de Estrella de Levante y echando la ceniza en un portavelas de Ikea porque tiré el cenicero a la basura sin pensar que a lo mejor lo iba a volver a usar. Son las 21:08 y he quedado a las 22. Tengo que salir a menos veinte si no quiero llegar tarde, pero la verdad es que no sé si quiero llegar a mi hora. Los pequeños gestos como ser puntual o no colar mentirijillas no son mi fuerte, a pesar de que los valoro por encima de muchas otras cosas en muchas personas.




El otro día, en Madrid, dije una frase tonta y soez, y una chica gilipollas me dijo la voy a poner en el tuenti, y por lo visto se ha hecho trending topic, y en realidad, todo esto, también este post es solo para atestiguar los momentos de la vida sin violines ni descapotables por la carretera que une San Francisco y Los Angeles. 




Me enciendo otro pito, me pido otra copa, aunque solo sea para demostrarme a mí mismo que no debería haberlo hecho. 21:16. Track 10 de Perejil, Salvia, Romero y Tomillo: For Emily, Whenever I May Find Her.



Nunca es el momento perfecto, eso es algo que puedo racionalizar, pero no termino de asumir. Y sin embargo, Schopenhauer tendría cosas que decir al respecto, en tanto que entiende el mundo como voluntad y representación, como las líneas paralelas nóumeno y fenómeno de Kant, pero con algo menos de la frialdad de aquél ya que explica mejor porque somos de ambos "mundos".


Se me está acabando la cerveza y son las 21:25, ¿se habrán enfriado ya las demás? En realidad es un rollo porque tengo que coger el Halcón Milenario para ir donde he quedado, y tampoco quiero que me multen ni estrellarme contra una farola, pero se está tan bien aquí, solo, bebiendo cerveza y mirándose el ombligo escuchando música sin ripear,...


En realidad, voy a ir cerrando ya, porque no puede uno citar a Schopenhauer y quedarse tan pancho. Me enciendo otro pito con Tres Estrellas, tus cerillas amigas, sopeso lo que me queda de cerveza, track 14, me disculpo por ser un brasas, me recuerdo algunas cosas que me pueden ser útiles (como el diario que me regaló Ana Orejas), le mando un saludo a mis compis, especialmente a Madcap, en el que reconozco casi a un hermano, me retumba en la cabeza la palabra "empecinamiento", pienso en la idea, tantas veces repetidas, de "pequeños gestos repetidos" que para mí es la base del amor y la cultura, me bebo un trago de cerveza, le doy una calada grande al cigarro que no me llega a los alveolos, busco la canción que más me gusta del disco, busco una foto para el post (una copa japonesa) y ya.




Abrazos.



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