CONTIGO NO, BICHO, por Mr Dry

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La idea de que ahora, en estos momentos, ya no me querrías, se me cuela dentro como un cuchillo que atravesara un corazón.


Un cuchillo atravesando un corazón.


Ha sido al salir del bar a coger un disco que tenía en el coche, que he pensado en acercarme a la arena, que estaba a penas a cincuenta metros, y entonces he notado el primer frío de septiembre, y con él me ha venido una frase que me dijiste, una tontería pequeña y pícara que en realidad significaba que en ese momento me querías. Y me ha atravesado el corazón un cuchillo, y las nubes eran tremendas, y la realidad de repente se ha desencajado.

He seguido andando hacia el mar, pero sólo porque ya había empezado a andar y eso ha ocurrido in media res, pero he notado que me faltaban las fuerzas, las pocas fuerzas que tenía.

Ya no me querrías porque no me queda ni una sola célula en el cuerpo de las que me componían en aquella época, porque ya no haría reír a ningún niño, porque ahora soy capaz de hacer cosas como ésta, hablarte sabiendo que no me escuchas.

Y esa frase se me ha quedado flotando en la mente, como el humo tras el napalm, y he pensado que ya nadie me va a querer jamás como me quisiste tú porque, sencillamente, no hay nadie como tú, y porque yo no me voy a dejar querer tampoco porque creo que se me ha muerto esa parte del alma, se me ha ido con todas esas cosas que te hicieron quererme.

Así que estamos jodidos, vaya, porque si de alegorías va la cosa, esta noche ha sido el remedo de toda mi vida, con tu aparición fugaz, que podría no haber ocurrido pero ocurrió, con todas esas células muriendo atropelladas y la falta absoluta de sentido y un cielo que estremece y un estar por estar.

Y esa sonrisa de idiota que pongo cuando no sé qué decir se me ha quedado congelada, creo que para siempre