ETHILIC POST, por Mr Dry

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No me gusta el ron, pero me he bebido una botella.

Hoy he vuelto a ver al guitarrista de Cooper, y me han dado ganas de bailarle un zapateado en el estómago.

Hemos salido, pero a veces la euforia debe ser respaldada por la gente con la que vas, y no ha sido el caso.

He visto a chicas a las que besé, y cada una de ellas se ha comportado de manera distinta: una se me ha abrazado porque sabía que teníamos alcóhol en el coche, otra quería hablar de lo que pasó con la música atronadora de fondo. Areté estaba en la fiesta, pero no la he visto. Mis amigas me aconsejan que no la llame, porque llamar agobia. Yo les contesto que ésa es mi manera de jugar. Yo lo entiendo como el ajedrez. Mi manera de jugar al ajedrez se llama "ajedrez destructivo", porque si puedo hacer algo lo hago, y así me ahorro el pensar en el futuro de mis movimientos (me ahorro el pensar, soy tacaño con mis reflexiones).

Hoy quiero dormir en modo Koala con alguien.

Siento el abismo que separa el verano de Responsabilidad Cero del Otoño Grave, y lo siento bajo mis pies. Quiero que esta noche no se acabe, que no se haga de día, que alguien me mande uno de esos sms milagro que te rescata de un domingo terrible. Mi cuerpo se resiste a rendirse a la evidencia: se terminó, descansa.

Maldito móvil, y maldita realidad y el deseo. Maldita África muriendo de hambre, y maldito Auschwitz, malditos gilipollas que no saben llevar su propia vida, maldito tiempo vacío.

Malditas imágenes que simbolizan el miedo, que le dan forma y lo falsean para hacerlo comprensible.

Malditas células, maldito Dios inventado.