domingo, 13 de julio de 2014

ANTIHISTORIA, por Mr Dry

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Borracho como voy, me dispongo a reseñar uno de mis libros favoritos de la historia mundial de mi vida municipal. Se llama El Mito del Eterno Retorno, y es de un tipo que tiene un nombre que parece sacado de un cuento de Borges, uno de esos nombres que no parecen reales de lo contundentes que son, y que se vuelven inseparables -como la canción de Iluminados- de la persona que los porta. El tipo se llama Mircea Eliade. Ahí es nada.

El caso es que, borracho como voy, no puedo para de pensar en su análisis de la ontología arcáica. A ver si me hago explicar. Cuando digo ontología arcáica me refiero a la manera de pensar de la gente de otras épocas, que era muy diferente a como pensamos ahora. Y quizá la fuerza de mi inquietud sea precisamente ésa: constatar (porque lo dicen tipos más leídos y lúcidos que yo) que en algún momento de la historias las cosas eran diferentes, se pensaban diferentes.

El caso es que para un primitivo, el tiempo, la historia, eran solo una excepción a la verdadera realidad. Concebían el mundo como una eternidad cíclica, regular y segura. Trágica, sí, pero reconfortante. Lo singular, lo feo, lo anodino, lo terrenal, eran vistos como la excepción al arquetipo. La anécdota era historia, y la historia no era real.

Nosotros, post judeo cristianos, post siglo XX, no solo conocemos la verdad de la historia, sino que nos aterramos al sentirnos ya fuera de ella. Querríamos con el yoga o el alcohol, o el sexo, devolvernos al presente eterno, pero la historia se nos enreda en las alas como al ángel en el cuadro de Klee.


Por eso, las bodas con sus powerpoints, los amores con sus cosas, la música (incluso la música), nos resultan historia, tiempo atropellado, anécdota. Imposible incardinarlo, pararlo, decir este soy yo.



Y aún así es maravilloso. Porque, aunque nos suenen falsas, decimos las cosas. Decimos YO TE QUISE BESAR y cosas por el estilo. Mircea Eliade, que era un tipo abrumadoramente sabio, lo sabía. La Antihistoria existe, el presente existe, y es exactamente esto.








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