viernes, 22 de abril de 2011

ARREBATOS NIHILISTAS I, una teoría a vuelapluma de Casca-Rave Dry

.








Arrebatos nihilistas como oleadas de orcos atacando a las apacibles gentes de Rohan.



 Bebes un trago de cerveza y lo tragas con fuerza, para notar que la ola rompe en el fondo de la garganta. Subes el volumen del Unknown Pleasures para tapar el zumbido de la nevera. Nadie se pone este disco a no ser que vaya a dejarse llevar por los arrebatos nihilistas. O a teorizar sobre ellos.

Yo estoy aquí sentado. He visto en la tele que se acercaba el huracán y me he salido con la mecedora al porche para esperarlo. Me he abierto una lata de cerveza y me he puesto el disco de Joy Division. Aquí estoy, ven a por mí, a ver si eres tan fuerte como dices.


Me he echado una siesta de cuatro horas, me he levantado a las ocho y media. Para esa hora todo el mundo tenía ya planes de Viernes Santo. Una noche en casa, tras haber dormido tanta siesta y con el contexto presente, es sinónimo de huracán.

Por ahí de fiesta, los arrebatos nihilistas se asimilan tanto a la euforia dionisíaca, que es casi imposible distinguirlos (sobre todo si te has bebido media barrica de Jack Daniels en sucesivos vasos anchos con hielo pequeño).

Quiero creer que escribo mejor que esto, pero tampoco me voy a poner ahora a pulir nada, que tengo muchas cervezas que beberme y una teoría que esbozar.



Te dirán los deportistas, los psicólogos deportivos, y todo aquél que haya corrido alguna vez larga distancia (aunque sea de manera amateur), que el verdadero secreto para alcanzar una meta es aguantar.

Toda esa psicología del "Pain is weakness leaving your body" se basa en la estrategia de acallar las voces de la conciencia acerca del dolor, de la necesidad de descansar o de la fatuidad de todo, para concentrar toda la energía en una sola cosa. Y esa cosa es, básicamente, seguir.


Saben los deportistas que seguir no es fácil. El cuerpo detesta el dolor y usa todas sus estrategias para evitarlo, hasta el punto de convertirse en pensamiento que intenta modificar las órdenes del cerebro, como si fuera un general insurgente en un golpe de estado. Como decía mi amigo Nacho, la mente del adicto es nuestro peor enemigo. Es capaz de convencernos de casi cualquier cosa. A veces, es capaz de hacernos creer que queremos cosas que ya habíamos rechazado. O lo que es peor, y más doloroso, a la inversa.




Los arrebatos nihilistas son la chispa, la mente del adicto es la mecha que va hacia la bomba.


...

lo mejor va a ser partir el post en dos ta luego

1 comentario:

  1. Directo ponzoñazo al corazón escuchando tindersticks. Y lo mejor, que ahora voy a por el 2. La vida es tirar y tirar, y lo siento, y esto va incluso contra mí, pero es creer en el amor, y no digo en el amor así sin más, sino en el amor a partir del enamoramiento, aquí se cumple la paradoja de que el "unknown pleasures" sea una pequeña biblia para mí, en la que escupo relajadamente, en la que hay sinceridad, en la que no veo ningún error, ninguna falta, todo está como debe ser, porque es auténtico...

    ResponderEliminar

Por favor, deje su mensaje después de oir la señal.
¡Teeeeeteeeejas!