Puurrupupufff - Marlótico, por malowitis

Me apetece decir que... mis pacientes me han obligado a comprarme un super juego. Una compilación de juegos reunidos con clásicos como el sonic, sonic 2, el golden axe, etc, así hasta 27, y todo por 9 euros para la psp, eso me ayudará en mi viaje a la hobbitmarca.


Mis pacientes son sosos y conflictivos, pero en especial me exaspera últimamente una dócil, síntoma de que necesito las vacaciones, cada dos semanas debería coger un mes de vacaciones hasta hartarme a bourbon. Ella es... abstraída, tímida, apenas habla, y se queja, claro que tiene un serio problema, una hemiplejia podríamos decir. Pero veo los problemas de todos en ella. La poca capacidad para comprender los conceptos básicos de la profesión y su condición... ahí es donde yo veo que no comprenderé hasta que me encuentre en esa situación, cuanto hay de doloroso por su situación o sólo por ciertos dolores más que normales.

Me doy cuenta de que tiramos a lo cómodo, y los pacientes también. Surge la idea del spa, de un centro de mecánicos físicos y mentales donde todos saldrán remodelados a base de masajes orgásmicos en el impúdico cuello, sin sudar demasiado y gritando tímidamente "ay, ay" a la primera de cambio.

Por eso me gustan los pacientes con las facciones bien marcadas, enjutos, que saludan con firmeza al entrar y que no dudan en hacer pucheros si hace falta y decirte que la vida les parece poca cosa, o una mierda si hace falta, porque han perdido a su mujer, o porque tienen una metástasis cerebral, pero con sangre.

Me da la sensación de que a veces olvidamos que los pacientes son personas y pacientes...

Luego está la que me mete mano. Va bien servida con lo suyo y es buena mujer, así que se le perdona. La verdad es que tampoco ha topado con la mejor carne que haya, pero a mí no me resulta muy cómodo, a fin de cuentas, a los condenados a muerte, seguro que no les dan más que una colilla para que la chupen como última petición, y nada de endivias guarnecidas con salmorejo como nos ponen en las grandes producciones.

Hoy estoy igual de enfadado con el mundo, y mi ridícula crueldad ha ido a parar a parte de él, los pacientes, que han sido garrulos, que lo son, que han estado en la cárcel, que pasan de las normas, y por supuesto están las buenas personas como los buenos pacientes. Amén