lunes, 10 de mayo de 2010

CHIN PO Y LOS INCOMBUSTIBLES DE TORINO, por Mr Dry


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Así fue como un día Chin Po anduvo sobre las aguas. Se cruzó el viejo estanque entero hasta llegar a la otra orilla, en la que pescaba su maestro, Wi Tei.


-Qué estupenda mañana- le dijo el anciano, tendiéndole un emparedado de atún que había sacado de la cesta del picnic.


-Tiene usted razón, maestro - le contestó con reverencia Chin Po.


Una rana se zambulló en el agua y el lobo Sebastián se irguió poniéndose en alerta, mirando intimidante hacia el lago.


Wi Tei rompió el silencio:


-Joder, me estoy clavando una piedra en el culo hace ya media hora...


Chin Po no se inmutó, no cayó en la trampa.


Sólo entonces Wi Tei añadió:



-Muy bien, Chin Po. Muy bien. - Wi Tei se mesó la barba y sujetó con firmeza su caña, pues pareció que un pez de los gordos había picado. El viejo maestro añadió, con una enorme sonrisa de anciano, viejo como una secuoya, lo siguiente-: Querido Chin Po, Los Incombustibles de Torino, que hacen girar la rueda del mundo, parece que nos han deparado suerte a ti y a mí.





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2 comentarios:

  1. Los posts se pueden borrar pero lo que hay tras ellos diría que imposible compañero.

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  2. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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