lunes, 15 de marzo de 2010
Atrocity Exhibition (Una más... pero guapa y cerca)
Hace un par de semanas una negra engullida bajó de la planta de enfermeras a la sala de rehabilitación con 3 féminas aprendices, de las cuales he de decir que todo el gimnasio se fijó en una despampanante modelo de belleza.
No tardó, contra el protocolo rudimentario en bajar para ver como trabajábamos, y ponerse a mi lado para que la tutelase, aunque su trabajo un pijo que ver o menos. Pasada una hora le enseñé todo lo que mi francés y mis anoréxicos conocimientos sobre algo del cuerpo podían dar de sí. Ella dio media vuelta con el paciente de turno con el que remocé algún concepto básico para tontos que me tuve que estudiar en la carrera.
Al día siguiente volvió a bajar, más menos a la misma hora y el paciente coincidía... olía raramente raro... Una loba bajaba y se quedaba a mi lado, pero esta vez haciendo juegos de tobillo, muy maqueada y con un botón de la blusa desabrochado.
Los fantasmas vinieron, así que decidí prolongar el proceso, creí ver algo de lo que en mi débil y blando, o quizá maduro corazón, parecía perversión, algo que no me gusta y que si se confirmaba, jugaría en mi contra.
El viernes llegó, y el fin de semana llegó y ella cada vez hablaba menos aún de lo que ya lo hacía, y a veces bajaba con una amiga.
Por qué bajaba? por qué a veces con una amiga? por qué a mi lado? por qué casi siempre con el mismo paciente con el que se establecía un vínculo truculento, una situación que a la semana siguiente, el jueves concretamente me parecería digna de libro de Nabokov. Por entonces ya sabía por este paciente parapléjico al que parecía poner cachondo y toquetearse un poco que tiene 17 años. Todos sabemos allí que este paciente, aunque medio atractivo de alguna manera nunca llegará como él dice, a las 24h, su enfermedad le ha jodido el sexo, de ahí que la palabra perversión agitase mi cabeza, en una atmósfera cerrada mientras los dos reían y a él le chorreaba sudor por el estómago y vientre en medio de un masaje.
Este fin de semana he decidido emborracharme a lo grande, refrescar conceptos e intentar manejar la situación. Ahora es cosa de una tipa muy buena, quizá con la cabeza de alcornoque y que invade mi espacio personal mientras el gentío lanza pronósticos y conjeturas acerca de la magnífica situación que ven a lo lejos.
A día de hoy, mis pretensiones sería poder subir a su planta, hablar con su tutora de profesional a profesional y comentar que marea la perdiz mientras pone cachondo a viejos cardíacos y zamarrea fantaseando en parapléjicos y sodomías nefastas nunca vistas hasta entonces. Pero seré un tonto buenazo que sufrirá en silencio su dolorosa compañía.
Total, sólo le quedan 4 días
Saludos a todos, unos se remoza un poco si esparce la mierda humana y mundana
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Perdonen mis errores de todo, escribía con la música reggeatón del vecino...
ResponderEliminarLevantad, carpinteros, la viga maestra!
ResponderEliminarquerido Mc, cómo le he echado de menos.
y yo a usted, pronto se aliaran de nuevo las fuerzas. Vámonos átomos
ResponderEliminarMmm...
ResponderEliminar¿alguien tiene por ahí el teléfono de Gus Van Sant?
yo le llamo y le digo que ya tiene guión para la próxima peli con esto. Quizás le guste y nos dirija. Propongo el primer cameo de los biofrutas.
ahora solo nos falta encontrar un actor en el papel de Madcap.