domingo, 23 de agosto de 2009

Copen, Gali et somme autres - MC



Hoy hay cielo abierto, la luna no se muestra. Hoy la noche invita a pensar en aquellos grandes científicos pensadores, Copérnico, Galileo. Humildes e inquietos observaron y estudiaron, se dieron cuenta de que nosotros no eramos quizá más que parte de algo muy grande, rompiendo nuestro ego ellos vieron una conexión con las estrellas, un mundo parte de algo muy grande, algo que los humanos compartíamos, y todos los seres que a veces comprenden tan bien la naturaleza y enfocan con una precisión de carabina a donde nosotros con nuestra mente no logramos a ver y mucho menos desarrollar con fines prácticos.

Los que me sorprende más aún, es que sin las nociones más precisas de esta gente inquieta, los egipcios relacionasen la grandeza de los dioses con las estrellas. De alguna forma sentían como animales sabios un universo lleno de entrañas místicas. Quizá para ellos la vida en la tierra se reducía a algo más sencillo porque pensaban en el más allá y en el omnipotente universo como un uno. Lo real e incomprensible. Damos vueltas a las pirámides, seguimos viendo la vía láctea, incluso elementos grandiosos fuera del alcance de la imaginación, y ahí es donde nuestra mente tropieza. Nuestro cerebro apto para descubrir poco a poco parece una suerte de programa preparado para desvelar algo, por la comunicación de gente "extraña" apta para ir desgranando secretos que al fin, como un plan maestro será revelado a toda la naturaleza, al cosmos. Una clarividencia infinita en la que no debemos pensar si queremos sentarnos sin temblar, algo maravilloso que hace soñar y vivir, algo real que no vemos, no comprendemos.

Quien sabe, quizá el area 51 guarde el secreto de un humanoide que vivió en finlandia y comprendió mucho más que nosotros, al que no creyeron y por unas leyes estriptas y el olvido supo mucho más de lo que nuestra mente podrá sugerir en mucho tiempo. Somos parte de todo y todo se reduce al conocimiento. Algún día puede que una estrella en coordenadas clave explote y nos ilumine, que un anciano monje consiga experimentar la verdad del todo y este saber se esparza por todo el mundo. Una nueva raza de dioses comenzaría, pero seguiríamos con muchs por qué en la punta de la lengua. La vida es fácil si se está muerto, las preuguntas aumentan, estamos vivos y nos movemos... Suerte en la búsqueda de la felicidad, quizá en silencio mirando al infinito os sintais inspirados y halleis algo parecido a la felicidad, aunque solo sea por un segundo...

3 comentarios:

  1. Muy bueno el post.
    Lamento mucho no haber tenido tiempo como para poder haberme pasado más seguido.
    Un abrazo grande, sigan así.

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  2. Buen post, y más optimista que otros. Bien podría ser el argumento de un buen libro o el de una de esas series de la última ola que hacen furor ahora mismo.


    Por cierto, la felicidad es una de esas
    cosas que se tiene pero no se busca ;)

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  3. Gracias a Pancho y Deprisa... Un gran abrazo a los dos, y al equipo algo perdido últimamente.

    La felicidad ni se busca y nunca se recordará sin convertirse en nostalgia. Así que tendré que irme a normandía, porque aquí sé que nunca sentiré nostalgia.

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