viernes, 19 de junio de 2009
CUALQUIER COSA MENOS LA CHICA, por Mr. Dry
Este es un post sobre una de las sensaciones más universales, la nostalgia melancólica. El título se lo he copiado a Everything But The Girl, el grupo que cantaba esa canción tan kissefemeable, “Missing”. Si recuerdan su estribillo, decía “…And I miss you, like the deserts miss the rain”. Qué bonito, qué bien suena, qué calor.
La nostalgia, señora, el echar de menos. Venga, alegría.
Por cierto, echar de menos es un verbo raro. Los argentinos dicen “extrañar”, y los ingleses “to miss” (otro verbo que me gusta mucho más en inglés que en español es darse cuenta, “to realise”). Echar es sacar algo fuera, por lo que echar de menos sería algo así como que te faltan cosas para sacar afuera… o yo qué sé, el español es un idioma extraño, no intenten entenderlo.
Les Luthiers, por cierto, tenían un chiste muy bueno que era “Techamos de menos… porque se nos acabaron las tejas”).
Pero vale ya, ya sigo.
Echar de menos, señora, eso que le pasa a todo el mundo en algún momento del día y con respecto a las cosas más insospechadas. El señor Burns extrañaba a su oso Bobo, el señor Kane a su trineo Rosebud, Drácula a Elisabetta, Chip a Chop, todos los lectores de este blog a Madcap, y Ana Rosa Quintana a su juventud perdida. Yo creo que ya saben a qué me refiero.
La nostalgia es un sentimiento universal y omnipresente. De cada dos pensamientos que nos cruzan la cabeza, uno y medio tienen que ver con un pasado personal, debidamente peinado y maquillado. En casos de personas ultranostálgicas como yo, el bombardeo de recuerdos es tan continuo, que solo pisamos la realidad presente con la puntita de un pie. La mayor parte del tiempo estamos con el gesto lánguido (cara de palo) porque todo nos evoca recuerdos: un zapato (“Mira, ella también llevaba zapatos”), una canción de Sabina (“Mira, ella odiaba a Sabina”), un convertidor de euros (“Mira, ella se hacía un lío con las cuentas”).
Así no se puede vivir, y mucho menos en verano. El campo está minado de recuerdos… o no?
Como sabéis, porque sois mu listicos, las minas en realidad nos las pegamos nosotros mismos a nuestros propios zapatos… por eso explotan siempre, caminemos en la dirección en que caminemos. Así, cuando estamos en Moscú (“ay, ella dijo que algún día quería ir a Croacia,… eso es casi Rusia, no?”), en Ciudad Real (“Hostia, un Quijote gigante… ella me dijo que NO se había leído el Quijote, será posible, casualidad”), en Murcia (“Qué calor, yo creo que con ella se estaba más fresquito”).
En el fondo lo sabemos, pero preferimos volvernos supersticiosos con los lugares, las canciones o cualquier cosa susceptible de convertirse en símbolo de la nostalgia. Decimos “quita esa canción”, “voy a borrar su número”, o “nunca volveré a pedir helado de pistacho con higo”. En vez de curarnos –y currarnos- un poco más nuestras heridas, nos dedicamos a buscar escudos, parapetos, trincheras, y demás cosas para que el recuerdo no vuelva y nos haga daño. Así lo que hacemos es vivir para olvidar, lo que nos convierte paradójicamente en una precisa y siempre encendida máquina del recuerdo. Es como intentar no parecerte a tus padres… al final te acabas acercando, aunque sea por el otro extremo. (Ésta es la famosa psicología inversa, o “el vértigo no es el miedo a la caída, sino la atracción del vacío”).
Total, echar de menos, qué gran invento de la humanidad, a la altura de las cámaras de gas nazis o los danones bifidus.
abrazos (...mejor saludos con la mano, que hace calor)
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Es un post dedicado a Claudia, y a todos los recién solteros
ResponderEliminarPrecisamente en un post que trataba sobre echar de menos os conocí, Equipo.
ResponderEliminarY sí, echo de menos a Madcap.
qué recuerdos, sweet conch
ResponderEliminarle diré a MC que también el bitterconchismo le extraña
dry
A worning sign; i miss the good part that i realised; you werer ,y bubble in::::::
ResponderEliminarDo you realize? si; gran post; grandes flaming; a veces es dificil andar sobre unos bonitos adoquines gringos sin pensar lo bien que voitamos en el suelo de casa. Pero la nostalgia es un sentimiento que deforma de forma deliciosamente agridulce; es realidad; como este teclado; es realidad y ficcion; un qbrqwo q todos: veis?
Gracias q todos;incluida bitter conch claro; y es que en el extranjero y en la soledad no existen barreras; y nunca las hubo
¿alguien me traduce, please?
ResponderEliminarMadcap, mis compañeros de planta del Reina Sofía y yo te leemos y nos complacemos en saber de ti... Dentro de poco esperamos que la prima del "Api" (le decimos "apisonadora" porque se cree un rodillo y está siempre rodando por el suelo), nos traiga una cámara de fotos encubierta en un bocata de tortilla.
ResponderEliminarTenemos pensado hacernos todos una foto para publicarla en el blog y así que nos veas.
Conch:Do you realize? es una canción de los Flaming Lips. Y lo de "un qbrqwo q todos" es que los teclados francófonos tienen las teclas colocadas de distinta manera a los que tenemos en España. Sustituye en la frase la "cu" por la "a" y entenderás la ternura de Madcap.
Inspector Marlowe
Era MI Madcap? Madre mía, dónde te metes? teclado francófono pero adoquines gringos? volverás algún día?
ResponderEliminarBesicos
claro que iré a verte mon cheri. Pero espero una buena cena caliente, yo llevaré los entrantes franceses, un buen vino y una mesa camilla con brasero y algo de leña. Un beso Conch un Beso
ResponderEliminarJo, qué guay :)
ResponderEliminarA ver si es verdad.