Todos los males del alma humana -y en esto soy un poco budista, la única religión que le pega a mi calvicie- tienen su origen en la frustración: querer algo y no tenerlo o no poderlo tener.
En el caso de la generación X, o del biofrutismo del nuevo siglo, el ansia es difusa. Una frase que le leí una vez a una bloguera mítica (Lulamy, en el Ojo de la Cerradura): "Cuando uno se acostumbra a no tener lo que desea... acaba por no saber lo que quiere".
En esas estamos: un querer que qué sé yo. Y vaya usted a saber.
Yo, a un paso de conocer mi destino, no sé de dónde me vienen los tiros ni a dónde quiero que me lleven.
Los griego antiguos eran muy listos. Eran muy diferentes a nosotros, empezando por su concepción de la belleza como medio de conocimiento, siguiendo por su arquetipo de belleza masculino, y terminando por su concepción circular de la historia. O sea: la belleza era una manera de entender la realidad (y no de contemplarla, como ahora), el ideal de belleza eran los chiquillos imberbes (y no las chiquillas jamonas), y la historia era cíclica (o sea, no merecía la pena ponerse a escribir libros de Historia, porque las narraciones eran siempre iguales, "chico conoce chica" o "rey invade pueblo vecino"... de hecho "historia" en griego significa solamente "recopilación de datos", por eso la Biología antes -del Siglo XIX y sus ganas de sistematizar todo- se llamaba "Historia Natural")
Total, que los griegos molan por dos razones: una, que eran mu listicos; dos, que eran muy diferentes a nosotros.
Grandes filósofos como Nietzsche, Marx o Freud, dedicaron sus obras a denunciar que nuestra manera de interpretar los hechos no era ni mucho menos la única posible. Un filósofo más reciente, Michel Foucault, hace algo parecido: con la ventaja de que lo hace enseñándonos cómo se pensaban las cosas antes. Por eso su filosofía es una mezcla de historia (en el sentido primitivo de recopilación de datos) y de análisis filosófico: Foucault es, como él mismo se definió, un arqueólogo del saber.
Que las cosas se pueden pensar de otra manera es un pensamiento balsámico, esperanzador, que uno se intenta echar en las heridas. Dejando de lado la languidez romántica, o la violencia de los orangutanes, se supone que uno quiere quitarse de la frustración -no perpetuarla- y por ello se pone manos a la obra, a ver si es verdad que se puede controlar lo que uno piensa.
Dice uno de mis mejores amigos que "uno no puede elegir lo que le pasa, pero sí cómo se lo toma" (una frase hábilmente escogida de Ética para Amador). En definitiva es algo así lo que lleva este post oculto entre una maraña de referencias inconexas a filósofos, a griegos viejunos, y a amigos lejanos.
Los griegos, de nuevo, eran muy listos, y sabían que el destino no se puede cambiar. A Edipo le dicen que va a matar a su pápa y que va a yacer con su máma, y por mucho que intente escaparse, lo que hace es correra hacia su propio destino.
Por eso los héroes griegos (Edipo, Orestes, pero también Aquiles o Héctor) molan: porque que sean guays no les asegura la victoria final, porque en la vida hay más cosas además de ellos: y no todas son buenas.
El caso es que tienen muy asumido eso del destino, lo de que todo está escrito. Por supuesto, eso no se parece a la Providencia de los cristianos (la idea de que Dios tiene todo planeado... y todo tiene un sentido. A otro perro con ese hueso, señores sacerdotes. Una vez le oí decir a un cura en el entierro de un chaval que se había suicidado con 14 años,y con la madre delante, que era lo que Dios había planeado para él. Me dieron ganas de coger el Cirio Pascual y meterselo en la boca para que se callara)
Asumir que el destino no se puede cambiar, aunque un ángel te enseñe el futuro como a Jimmy Stewart en Qué Bello es Vivir (por cierto, qué peliculón: no se la pierdan), es reconfortante, y no un jodienda king size. Puestos a que no haya remedio, que no lo haya en absoluto. Nada de medias tintas. Fuera armadura, a pecho decubierto
Dénme lo que quieran, lo que me corresponda. El victimismo para el que lo quiera
Buenos días
tira a la cama ya Mr.Dry que te voy a follar ahora mismo
ResponderEliminarvote for me!
ResponderEliminarla encuesta está cerrada, el problema es que evidentemente alguien se ha votado mucho a sí mismo. Es lo que tiene saber tanto de informática, que haces la pirula facilmente.
ResponderEliminarTramposo manipulador
Si mi ángel resulta ser un demonio, y resulta que es mi cerebro, qué hacemos con mi destino? porque resulta que los ángeles son patrimonio de Dios, y el destino no.
ResponderEliminarMuy interesante lectura Mr.Dry, gracias, y buenas tardes.
MAdcap se bota a sí mismo
ResponderEliminarSi me Boto a mí mismo es sólo porque estoy gordo y da gustito. Would you fuck with my ideas ? Venga, Marnónimo, si no nos han visto, por qué iban a follarnos? está claro que toda puntuación está trucada, aún si hubieran votado sólo tías y gays y zoofílicos, porque para montárselo con un ornitorrinco....
ResponderEliminarNo hay nada peor que tener a un zote en el blog, corto y follen.
Es peor tener adicción a las judías verdes y ser un biocensor
ResponderEliminarMe ha gustado la frase de tu amigo, "uno no puede elegir lo que le pasa, pero sí cómo se lo toma" me parece buena filosofía.
ResponderEliminarFilosofía, tú lo has dicho mucha chica, porque este blog si algo destila no es presencia, es alcohol barato 90º con el que nos colocamos y escribimos lo absurdo hasta el infinito y lo mundano en toda su esencia.
ResponderEliminarPersonalmente yo me lo tomo con tónica, el alcohol digo, si he tenido una comida pesada. Salut.