SUPERLUNES, por Dry Will Tear Us Apart

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Dicen que antes de perder la calma debe uno coger un papel y escribir toda su rabia, guardarlo en un cajón y sacarlo a los tres días. Si persiste el encabronamiento, envía la carta. Si no, deja que el olvido continúe con la labor que ya ha empezado el tiempo.


Rezamos para no perder el control, para asegurarnos que hacemos única y exclusivamente lo que queremos. No queremos que nuestros nervios, nuestro miedo, o nuestro pito, tomen decisiones por nosotros. No queremos re-accionar, responder a las provocaciones.


Sublimamos nuestra ira marcando goles o corriendo como Biónica hasta desgastar las zapatillas. Paramos el tiempo con nuestras ficciones, como hacía Cortázar. Recordamos besos, cabalgamos el flow, meditamos en loto.


Duele y quema por dentro y quieres salir a romper farolas, pero esa energía no debe desbocarse o se perderá.

No devuelvas la energía. Quédatela, celébrala, quiérela.

No digas putamierda, no lo digas. No digas no es justo porque es verdad que no es justo pero posiblemente nadie te va a escuchar; y si alguien lo hace, tendrá la desfachatez de rebatírtelo.



Quiero gritarlo. Me vienen grandes olas gigantes que me llevan. Me agarro como un náufrago a mi tabla. No me vas a mover de aquí. Antes muerto que sencillo, antes ahogado que vulgar.



Gracias, dioses, por enseñarme la tragedia, por meterme hasta dentro en la mierda. Edipo, Orestes, Electra, vamos, joder, vámonos de cañas.



Borro todas las cosas oscuras, me censuro y me alegro. Puedo hacerlo. Puedo hacerlo. De hecho, ya lo estoy haciendo.


Y nadie va a saberlo nunca, porque es de todos sabidos que los asesinos siempre vuelven al lugar del crimen, pero yo no voy a volver a ese lugar. Será en un callejón perdido de un polígono industrial un día entre semana y de madrugada. Y no pienso volver, no voy a volver. Borraré el historial del GPS, quemaré los mapas, me emborracharé para no recordar el camino de vuelta. Y ése será el fin. Sin fotos, ni vídeos cogados en youtube, ni lágrimas en la barra de un bar, ni orgullo torero de ole mis huevos. Será así y ni siquiera por venganza. Será, como son las nubes que pasan por el cielo.






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