Lo recuerdo como si hubiera sido ayer. Estaba cenando con
una chica, de la que aún no sabía si me gustaba un poco, mucho, o muchísimo.
Era algo así como la cuarta vez que quedábamos y no había manera de averiguarlo
porque, o bien yo siempre iba borracho como una cuba, o bien ella se las
arreglaba para quitarme toda la ropa antes de que yo pudiera siquiera
preguntarle “¿y tú, qué piensas de la vida y del amor también?”. Esa noche,
empero, parecía que por fin iba yo a poder pasarle mi Test DRY Para Detectar Locas
A Tiempo.
Antes de ello, el camarero decidió intervenir en nuestra
conversación para decirme en toda la cara que le recordaba a ese personaje tan
famoso y tan decididamente feo. Yo no daba crédito. ¿Era verdad lo que acababa
de pasar? ¿Realmente un camarero acababa de decirme delante de una chica -a la
que a todas luces intentaba ligarme- que me parecía a ese tipo con cara de
haber sido sacado del horno antes de tiempo? Toreé con la soltura que pude sus comentarios, el de él y el de ella (“¡anda, es verdad! ¡Sí que te
traes un aire!), para intentar meterme en mi personaje de nuevo. Ya les digo yo que es un verdadero golpe bajo
cuando intentas ser un bohemio intelectual atormentado, y la gente te recuerda
que te pareces a un personaje bufo de la tele. Así no hay manera, oiga.
Yo le acababa de contar a la chica –llamémosla Piyei- que
había roto con mi novia, y que andaba algo desquiciado porque ella ahora salía
con mi mejor amigo, y que estaba en la fase de poner tierra de por medio y de
cagarme en el amor al más puro Carotone style. Está visto que en esto de narrar
las desgracias y las experiencias personales pasadas no se puede vacilar porque
te pasan cosas como éstas: ella contraatacó diciendo que también estaba recién
salida de una relación que había durado nueve años y medio, y que le estaba
costando mucho trabajo desprenderse de
la dependencia vital de su ex novio.
Yo le pregunté que cómo era posible que llevara tanto tiempo
con su novio, si parecía muy joven. Eso solo podía significar que habían
empezado muy jóvenes… y que la relación se debía haber terminado hacía muy
poco. Ella asintió. “Hace unos nueve meses”, me dijo. “De hecho, eres la
primera persona con la que estoy desde la ruptura… Bueno, de hecho, eres la única persona con la
que he estado… además de él”.
--- FIN (DE LA PRIMERA PARTE)---
glubs!
ResponderEliminaruna de dos, o la tía te ha mentido y no has sido el único además de su "novio formal de toda la vida con el que se planteó boda" o te está mintiendo. En cualquiera de los dos casos sé muy cuidadoso amigo Dry, especialmente si es el segundo.
En cualquier caso yo te propongo cagarte en el amor más al Casiotone style, es más nuestro.
¿Has jugado con ella a encontrar los pitufos?
A tomar por culo, me he calentado y ahora mismo me como una magdalenica y escribo un post sobre tetas.