"Porque nunca pasa nada,
Nada es como esperaba"
Qué extrañas estrategias adaptativas tiene la realidad, que consigue equilibrarlo todo de nuevo y devolver la homeostasis a la vida (para que no se vaya a tomar por culo). Justo cuando todo parecía que iba a volcar, un Deus ex Machina de tiempo y ajustes, sale al rescate. Nos coge y nos devuelve a la vertical (aun cuando a lo mejor nosotros ya estábamos preparándonos para el placer mórbido de morder el polvo).
Nos dan hambre o ganas de ir al baño, o tenemos que trabajar, o tenemos que ser civilizados con otras personas ,... esos son pequeños mecanismos de control de la naturaleza para evitar que explotemos de la propia tensión. Enfadarse cansa. La euforia cansa. El deseo sexual, las promesas, el rencor. O la felicidad, como dice el Punset.
Nada permanece, decía Heráclito. Nada dura más de tres días, dicen los árabes.
Nos cuesta sangre, sudor y lágrimas adaptarnos ....Luego, nos cambia el escenario, ...y vuelta a empezar.
Dicen que el secreto del poderío de Inglaterra a lo largo de los siglos es que nunca han hecho grandes cambios: Que todo cambie un poco para que nada cambie demasiado.
La vida se parece a Inglaterra. Nunca le cortaremos la cabeza al rey, como los franceses; ni nos partiremos en mil, como los yugoslavos. Recortaremos, incansables, las hojas.
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