miércoles, 26 de octubre de 2011

LOVE SONG FOR A VAMPIRE, por Mr Dry

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Éste es un post dedicado al Inspector Marlowe, herido en acto de servicio, y que actualmente se recupera en el refugio supersecreto que tiene este humilde blog en el pirineo francés para estas eventualidades. Va por ti, Inspecteur.




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(lectura recomendada con el siguiente audio vampírico)



Enamorarse de una chica que es a todas luces lesbiana es algo que solo puede ocurrir si uno tiene dañados seriamente los inconscientes mecanismos evolutivos para la supervivencia. Y no me repliquen, que no es un comentario homófobo, sino la constatación de uno de los dilemas a los que se enfrentan los biólogos evolutivos (Jay Gould, Dawkins o el simpático Buss). Enamorarse de una chica que se enamora habitualmente de chicas sería el equivalente biofruta al clásico romántico de enamorarse de un vampiro.  Criatura con unas circunstancias ciertamente difíciles, enchufársela al estilo perrete es, cuanto menos, una empresa abocada al fracaso; y cuanto más, un arriesgar intrepidamente la vida, los genes, la cordura.




 Aún así, en este blog celebramos siempre la valentía y la libertad más absolutas. Todo merece la pena si tu alma no es pequeña.

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Conocí a Anilénox un día cualquiera, uno de esos días que uno no recuerda a no ser que le pase algo extraordinario. Nuestra existencia está llena de esos días. De hecho, la vida se parece a una red que echaras al agua: cuando la  recoges, encuentras mogollón de peces (los días que recuerdas), pero no hay ni rastro de los millones de litros de agua que han pasado a través de ella sin pena ni gloria. Tan normal era aquel día en que conocí a Anilénox que apenas recuerdo más que el hecho de conocerla, el acercarme hacia donde estaba ella con su amiga/novia, el -no sabiendo muy bien cómo- conseguir su nombre en facebook.


Durante las primeras semanas de amistad virtual nuestras conversaciones giraron sobre la única cosa que aparentemente teníamos en común -además de la consabida querencia a desabrochar sujetadores- o sea, la música así como indie, así como pop, así como eso que saben ustedes. Cuando nos desviábamos del tema, yo tenía la sensación de estar hablando con una de las personas más correctas -esto es, sosas- que había conocido en mi vida. Madredelcordero, pensaba yo, qué mujer más guapa, pero qué sosa es.


Sin embargo, todo cambió el día 14 de octubre. Como saben, celebré mi cumple en el TTjas. La cosa es que ese día había un concierto de Polock en Murcia, y Anilénox -fan de las bandas de tipos con pantalón pitillo como la que más- venía a verlos desde su pueblo. Cuando me lo dijo no tardé en decirle que se pasara después por el cumple, que las invitaba a una cerveza. Le pedí disculpas de antemano por el estado etílico en el que nos iba a encontrar. Ella accedió. Me recalcó que iba a venir con su amiga, a pesar de que yo había usado el pronombre personal en su segunda persona femenino plural.



Cabe preguntarse ahora el por qué de tanta precaución. La pregunta procede, ya que es posible que ella ya supiera lo que iba a pasar si venía. Hablando en plata: ¿Sabía ella que si venía y la veía y hablábamos y nos tomábamos una cerveza agitando nuestros puños contra la Luna, por mucha novia que trajera adosada, iba yo a caer enamorado como el que cae fulminado por un rayo? ¿Quería protegerme contra su embrujo vampírico? ¿Quería protegerse ella de posibles malentendidos heterosessuales?

¿Qué importa ya? Me mordió.

Caí; como cayeron Jonathan y Mina Harker, el marido de Lucy y hasta el mismísmo Van Helsing.




A eso de las 3 de la mañana, cuando ya ni me acordaba de cuál era el motivo por el que iba tan ciego, me sonó el móvil. Annilénox estaba en el barrio, buscando el bar. Salí a la puerta a buscarlas y cuando las vi me abracé a ellas como solo un borrachín tabernero pude hacerlo. Pronto me di cuenta de que algo había cambiado. No es lo mismo ver a un vampiro a la luz del día que difuminado por las sombras de la noche. La chica sosa y ultracorrecta había transmutado en una oscura y delicada criatura. Labios rojos y colmillos y toda esa imaginería, ya saben, y la banda sonora de Drácula mientras se movía a cámara superlenta. Me miraba, sonreía. Cogía la cerveza con sus manitas y se la acercaba al pecho a cada trago. Decía tonterías como el más burro de mis amigos, se reía y acababa dando suavemente con su cabeza en mi hombro.

Miles de neurotransmisores corrían como locos por mi cerebro gritando PELIGRO.



***

Definitivamente, no hay sensación humana parecida a enamorarse cuando vas pava perdido. Uno está concentrado en cosas terriblemente mundanas como beber, fumar, ir al baño a echar largas meadas cerveciles, aguantar chapas de chapistas, dar la brasa al personal o cantar las canciones de Arcadio Fuego a voz en grito. Y de repente, de la nada, surge esa sensación que te eleva un palmo del suelo, te suena Love Song for a Vampire o similiar, y te vuelves tonto perdío.



***


A día de hoy, Anilénox sigue con su chica, yo sigo castigándome el cuerpo y Occidente sigue a vueltas con la crisis del capitalismo de consumo. El mundo sigue girando con sus cosas y quién sabe cuándo se volverá a parar por unas décimas de segundo.






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1 comentario:

  1. We could say it's someway an attractive situation. So go on, play the game.

    Marlowe: On t'aime tu est le coeur rationel de tout cette folie dans la foulle

    Saludos Drytón de mar

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