lunes, 4 de abril de 2011

¿Y YO QUÉ? ¿ME COMO UNA MIERDA? por Mr Dry

.








Decía mi amigo Nacho, un friki de los de verdad con el que viví en la Ciudad de Menosmola, que el arma más poderosa de la humanidad es lo que él llamaba "la mente del adicto", un dispositivo mental enterrado aproximadamente entre la amígdala del cerebro y la méndula espinosa, que nos permite a los seres humanos autoconvencernos de casi cualquier cosa.

De hecho, la mente humana parece diseñada por un aciago demiurgo, en tanto que falla más que el Windows 98 y tiene unos contínuos desfases entre lo que hemos dado en llamar "objetividad" y "subjetividad". ¿Cómo? ¿Mr Dry abogando por un "diseñador" aunque sea sólo para llamarlo torpe? Nah, lo que pasa es que no me puedo imaginar qué ventajas evolutivas puede tener para la especie cosas como la baja autoestima, la depresión, la abulia, o ese dispositivo demoníaco del que hablaba mi amigo Nacho, la "mente del adicto".

Por si acaso, me monto una disgresión gafopaster usando el ateísmo como leit motif


A nivel de civilización, la humanidad es capaz de tragarse un mondongo inconsistente y demencial como el del cristianismo, con todas esas cosas que serían de risa si no hubiera un reguero de muertos que ensombrece su paso por la Historia. En el caso concreto de esa religión (la del mundo sostenido por una tortuga y un elefante  es ya para mear y no echar gota), la gente se ha creído durante siglos cosas tan subnormales como que Dios creó el mundo (universo a partir del s XVII) o que Jesúcristo resucitó al tercer día.


Que la gente se crea esas cosas (y no necesariamente con una espada sobre su cabeza, a veces ocurre en condiciones de libertad intelectual), sería suficiente para desconfiar de la capacidad de alerta de la razón humana.


A nivel de individuo, y lo sé por experiencia propia, cada persona puede acabar creyendo cosas que entran en flagante contradicción con la realidad objetiva. El caso de las chicas de alambre que se siguen viendo gordas cuando se miran al espejo es el más burro que se me ocurre. Pero también hay más sutiles, como por ejemplo el clásico "nadie me quiere", eso que se dice así, tan pancho, y que pasa como un tractor por encima de todas esas personas que sí que te quieren (pero que van a sufrir si no les dejas que te quieran a su manera, claro).

La mente del adicto, señora, que te hace encontrar razones para argumentar un adulterio o para echarte un fiti  cuando estás intentando dejar de fumar, que sostiene el racismo (los odio porque me odian) o la homofobia (los odio porque no los entiendo) a base de explicaciones parciales.


¿De dónde coño sale todo eso? ¿Cómo somos capaces de generar tanta basura intelectual en nuestras mentes que otras veces crean cosas maravillosas? ¿Qué es el miedo y por qué es tan efectivo? ¿Cuál es la razón de ser de la hipocresía, de la envidia o de las mentiras? ¿Cómo es posible que nos manipulen? ¿Por qué hay personas que no aprenden, que no pueden retener? ¿Cómo es que hay niños que tienden a la violencia y otros que parecen inclinados al altruismo? ¿Cómo es que la razón no puede someter al carácter? ¿Por qué no funciona la educación?


Malthus y Darwin nos hablan de una población que no para de crecer y que se equilibra siempre, aunque sea a base de hambrunas o guerras o catástrofes. Vaya un pensamiento para un lunes por la tarde, la verdad.


En realidad, sólo quería sacarme estas ideas de la cabeza. Así se hace, se esquivan los pensamientos chungos. Y se hace con el cuerpo: apretando los dientes, saliendo a correr o tecleándose un post.


La razón no tiene un papel más que secundario en tanto que le da cobertura a un instinto físico de supervivencia que surge cuando se percibe un peligro, aunque sea difuso como el angst o el tedio pequeñoburgués de los lunes por la tarde.

Y funciona, vaya si funciona. Se siente uno mejor, reparado, des-ahogado, des-cansado, liberado


Para cerrar el círculo, les dejaré otra cita de mi amigo Nacho:

Cuando tengas un día malo, vete a una biblioteca.


Los libros nos enseñan lo mejor de nosotros mismos, nos separan de la soledad y nos devuelven al mundo social, que recuerden que es el único donde conseguir un buen filete (o una ensalada con pipas peladas, si son ustedes vegetarianos).


Yo me he leído varios blogs antes de ponerme  a escribir esto, y creo que entre una cosa y la otra, ya estoy listo para salir a la calle a holderlinear la primavera.








PD: saludos especiales para mis queridos MC y Marlowe (por cierto, ¿dónde estás, gañán) y para Chargazza, que debe de ser una chica espectacular.

3 comentarios:

  1. superpost, superdry. lástimica que me haya creado tantas dudas trascendoexistenciales, en concreto ese guante que lanzaba usted la Tª EvolucionisTª en cuanto a la fragilidad mental de NOS, humaNOS... y es que no se usted, pero lo que es en mi entorno, en lo que toca a equilibrio mental, pocos andan sanos. será el levante.

    ResponderEliminar
  2. Oui oui; hay que ser frances; si vives con el orgullo del borrico dominguero se vive mas feliz; lo veo en sus rostros.

    En cuanto a la religion y el cerebro; esa es la clave de la religion; si; el miedo; lo desconocido; tenemos cerebro; y es todo; imaginate si los cerdos tuviesen cerebro. Como decia mi amigo (que se vea que yo tambien tengo) aute; queda la musica...

    Somos seres sociales por naturaleza; antisociales en un sistema creado por su puta madre vayase a saber. Si no aceptamos no comprender la realidad; aceptemos la realidad con todas sus variantes; esto seria... paradoja... sin pensar. El maestro trilero esta ahi; con tortugas; riendo; en forma de nube; o de nabo...

    Ale; a Marlowe lo tendras pronto por alli ocupado; yo estoy en una puta mierda de calvario... Un abrabuzzcocks

    ResponderEliminar
  3. Aiomá que se me salta la lgrimita.... aaaaaiiiii!!!

    Abrazos desde tierras Lusas!

    ResponderEliminar

Por favor, deje su mensaje después de oir la señal.
¡Teeeeeteeeejas!