Mañana cumplo un año en tierras obelescas, y sin duda ya puedo afirmar que cambiar de sitio cambia de vida pero no a la persona, y máxime si la persona es un viejo escroto o un chusco mono de feria alborotado por monos asesinos de calabazates.
La historia de todo esto es que no saco nada en claro, excepto que los franceses molan menos 0, y a poco de mi aniversario he llegado a comprender que la mayoría necesita del alcohol para sonreír o hablar, que su humor va a ser siempre tan ñoño, antipático y simplón como un esquema de álgebra de 2+2 de barbie, que tienen una pachorra, son setonazos a tope, son lánguidos y farfulleros y derrochan por los suelos babas que germinan en la maquillada matriz de nuestras resultonas francesas hasta dar con un muñequito pequeño de ojos grandes, muy bonico, pero que parece que más que ser un bebé guapo, es la moda a partir de los 16 años, y que las madres que pasen más de ellos, tengan el gepeto más sombrío pueden pedir un deseo al gran tatanga sexual, y así quizá cambiar su ruinosa vida de apariencias.
Ya he espetado bastante historia y la moraleja es sencilla: las culturas son distintas y pueden llegar a chocar, la historia se repite siempre y nunca llegamos a analizar una mierda de lo que pasa por miedo a reblandecer la moral de nuestros queridos farsantes allegados del círculo polar del libro mormón. Por eso yo también aplaudo a Freud aunque no tenga el gusto de haberle "analizado" o leído.
Se me hace tarde para cenar y mezclarme con esta especie tan genuina, quizá esta noche moje con alguna chica dispuesta a ponerle los cuernos a su marido: Legionario y Legionaria... con buenos hemos topado
Un sexyabrazo
querido mc.
ResponderEliminarha pasado ya un año, mon dieu!
reciba un abrazo de felicitación, y piense que estamos on the road, y que eso, siempre, es mejor que estar pelandogatos, que nos movemos, que salimos del calor de la lumbre del hogar me aburrí.
Reciba OTRO abrazarrako quoyenófilo