Era un chico que fue a parar en un segundo piso, en un inmueble. Situado entre un alcohólico decrépito en el 3º y un argelino hijo de puta en el 2º.
El chico sólo quería encontrar el concepto zen a través de la lectura de sus amigos en el blog mientras escuchaba a los smiths.
Sinceramente le era harto imposible. El chico sufría de una cardiomiopatía coronaria, y a cada ruido le sobrevenía un sobresalto infernal que quemaban sus entrañas.
Su vecino el borracho no causaba problema alguno, sólo era un pobre infeliz al que una madre parió felizmente.
Pero en cambio, el argelino... tenía la maldad encerrada en su cuerpo de anguila pérfida. Sin duda, todas aquellas noches en las que sus bajos me atravesaban los tímpanos con estúpido regetón le hubiese taladrado la cabeza de pazguato a balazos de cal viva. Pero soy demasiado bueno para eso.
René spain, un amigo, vino a verme hace poco, afectado por la vida. Venía a buscar consejo en mí y dormir sobre uno de mis amplios hombros. La noche con él empezó jocosa y trascendental, tal y como inspiran las grandes amistades. Pero los sonidos reververantes inundaban nuestro espacio vital. Poco a poco se convirtió en una batukada del infierno. Un baile de hijos de puta caídos del mismisimo glande de caín.
Yo, agitado, impasible, busqué una solución pragmática a todo ello. El zapatazo.... pegué en el suelo para que el hijoputa grande acallase. acalló pero volvió a vacilar con una subida aún mayor, y yo, que es el chico, respondí con un zapatazo mayor. El chico, yo, el zapatazo él, fueron una combinación trémula para el corazón del chico, yo.....
Se oyeron gritos cínicos, se oyeron golpes en la escalera, y entonces el chico, yo hijoputa salió al rellano a blasfemar en francés sobre aquel enjendro, que no tardó ni un segundo en subir con algo empuñado en su mano izquierda.... puto genio del hijoputismo, era un mierda zurdo, estaba claro, y tenía las de perder, por eso mi corazón empezó a temblar mientras yo impasible me mantenía en el marco de la puerta.... gran cabrón....
Me coge del brazo, a mí, al chico aquél y le dice de bajar, pero le grito casi tanto como él a mí. Él me dice de lucir los puños en la calzada, a lo cuál me niego. El hijoputa es pequeño pero un consabido cabrón con nada que perder. Yo soy yo y el chico actúa, le digo que me quite sus putas pezuñas de mí.... su amigo sube y le separa, dice que cierre la puerta, y tras unos cuantos improperios más por ambas partes, cierro la puerta.
Todo ha terminado, pero mi corazón está en estado de soplo... el chico sufre, it seems so unfair he wants to cry...
Ahora, testimonio real, acaba de subir la música, se acaba de envalentonar.... historia abierta y triste.... corazón maltrecho y vaginal.... merezco una muerte prematura, pero pronto...
Coño con el argelino joputa. Di que sí, que hasta un despertador provoca microinfartos. Y uno que te mueva la cama entera, ni te cuento... :S
ResponderEliminarQuerido MC
ResponderEliminaruna de las cosas más fastidiadas de la vida es que te vas a encontrar con gente que no respeta lo que tú respetas. Si te toca la lotería de vivir pegado a ellos, tendrás que reivindicar tu derecho a la libertad y a la tranquilidad agotando todas las vías legales y de diálogo hasta pasar a acciones más drásticas. Es una pugneta tener que luchar en batallas en las que no te apetece, pero hay que hacerlo para mantener tu posición y preservar tus valores.
No ponerse al nivel de la peña que te vacila o te insulta, no jugar a su juego. Tampoco te hablo de poner la otra mejilla, que es una solución estandarizada y gandula (que no se piensa demasiado).
Aguanta, combate.
Ok un voto por el pacifismo y muchos por partirle la cara.... la policía ya tomo acciones contra él en el pasado... es chungo
ResponderEliminarAguarda y ten fósforos a mano, ya te dije que son eficaces.
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