martes, 15 de diciembre de 2009

Sol de invierno 4am - MC


Un hombre muy embarazado salió hace tiempo de su ciudad natal. Era extranjero en frendgers. Su prominente abdomen era objeto de las más siniestras burlas, pero sin duda lo que le rompía la mente era su capacidad para virtualizarlo todo y magnificarlo. Me explico, podía ver el futuro de forma limpia y sincera, pero sólamente los aspectos negativos y crear un bucle en torno a ellos hasta dejar su mundo en harapos.

El hombre por lo demás llevaba una vida normal. Cuidaba de no desvelar lo de su embarazo, algo muy evidente, como el vivo tamaño de las pupilas dilatadas de un recién nacido, pero que el guardaba como su tesoro, el diamante que guardaba un corazón podrido. Su sonrisa iluminaba por donde pasase.Como poco era despreciado por los tontos. Y si he dicho antes que se burlaban de él, bien cierto es que desfragmentó su personalidad y consiguíó superponer el pedazo que haría de escudo a todos los atropellos verbales.

Pequeña caprichosa piedra de su alma y destino que le envolvió lentamente.... él, atrapado en él, endurecido y sonriente marioneta que vivía como el que más con el protocolo militar más astuto... pero sin pensar. No pestañeaba, pero su corazón hervía en latidos.

Su vanidad, su orgullo, su brutalidad, todos los atributos que de pequeño le parecieron grotescos y un atentado contra la naturaleza ahora se le venían encima como puñaladas. Cualquier acto normal con una de estas cualidades le perpetraba en una turbación absoluta. Desdichado centollo de pocas miras... antes tan feliz y seguro de sus ideas flotantes. Ahora mirando a una pared para descubrir el futuro mientras la rasga con sus gastadas uñas.

He de decir que nunca llegué a conocer bien a esta persona y que no era gorda para nada. Seguramente tenía la autoestima baja y su embarazo era una actitud graciosa que al final pude ver, ni la gente prestaba atención, porque olvidan el significado de sus palabras y al final el por qué que les llevó a ellas.

No dio a luz, no hizo nada. En su mundo fue el protagonista de las mejores películas que se pueda uno imaginar. Se le veía caminando firme, con la mirada a veces huidiza pero siempre concentrado en toda conversación. Podía estar roto del todo y contestar sin vacilar.... pero era humano, y tenía algún confesionario secreto, un corazón endurecido y un embarazo fictíceo.

Resalto hoy a esta persona por quitarnos las cascarillas del maquillaje aunque sea sólo por un día. Él, gran persona querida, pero confundida, con unas metas logradas llegó a pensar que sus hijos habían muerto. Este suceso hizo que su abdomen hinchase de forma dramática. Mientras todos a su alrrededor, y pese a que él diga lo contrario cantábamos, él moría...

Qué era la vida y qué podía esperar de ella en los hijos de los hombres, las personas, sus máximos representantes. Perdió la fe? la esperanza? ... en su última confesión así me lo hizo saber. Nos conocía bien a todos, amaba la humanidad y conoció a las personas. Espero que pueda encontrar reposo digno

1 comentario:

  1. No hay mas remedio que darle la bienvenida a los embarazos. Abortar, dejemoslo a los cobardes.
    Buena historia.

    ResponderEliminar

Por favor, deje su mensaje después de oir la señal.
¡Teeeeeteeeejas!