lunes, 12 de octubre de 2009

MÁS QUE A MIS ZAPATOS VIEJOS, por Mr Dry




Llevan tres años conmigo. Con ellas pensaba pisar la moqueta del cielo. Con ellas tropecé en el empedrado del infierno.


Comencé mintiendo sobre ellas, y entonces supe que no se podía hacer nada; luego, por las cosas de la vida, se volvieron invisibles -como el martillo para el herrero- y ya nadie las vio como ella.

Se han montado en muchos coches, y han estado desparramadas por el suelo de muchos pisos. Se vinieron conmigo a Centroeuropa y al FIB, se han subido a escenarios, han hecho equilibrios sobre los taburetes del bar ttjas y han saltado con Arcade Fire. Las he usado para bajar a la playa y para pisar la nieve; incluso he apoyado mi cabeza en ellas para tener algo mullido sobre lo que dormir.


Han pisado muchas colillas después de que yo las tirara al suelo.

Han visto desde abajo mis últimos tres años, me han protegido, me han llevado a shangri-lá y me han ayudado a escapar de la policía de la conducta incorrecta.


Nunca compren zapatos que les vengan pequeños, por muy bonitos o baratos que sean. Escojan zapatos que les acompañen y por los que puedan derramar alguna lágrima al separarse de ellos.


Deséenme suerte, templanza y fortaleza, que vienen curvas y yo ya no tendré mis viejas Nike para protegerme.


abrazos

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