miércoles, 26 de agosto de 2009

Las palabras olvidadas - MadCom




Sin duda tumbado en el mullido césped que me rodea de noche puedo llegar a la antesala de todo los pensamientos que podían moverme. Mirando estrellas, media luna neblinosa, la iglesia gótica y escuchando los multi raíces "Dead Can Dance".

Miraba una de las ventanas encendidas, y mi vista ha pasado a unas neuronas y como un tren de alta velocidad en un túnel han pasado la función física del personal puesto en nómina, con la iglesia mirando seria y pacífica, sentía un vacío, sentía lo que los pacientes deben sentir a veces. Cuando sonaba "Severance", he mirado las estrellas y he caído en la cuenta, las monjas.

Al margen de las creencias de cada uno, de las ideas que se compartan o no con ellas, lo cierto y verdad es que hacen una función única que ni la psicóloga puede hacer, INTERESARSE POR LOS DEMÁS. Atienden afectivamente a los pacientes, y hay muchos que están literalmente solos. Ellas ejercen de pilar para que lloren, un pequeño estímulo desinteresado, porque estas castas mujeres de alguna forma viven en paz, y en paz se puede ser feliz y repartir sin pensar en mucho más ( y sabiendo mucho).

Cuantas personas necesitarán un vuelco de corazón desinteresado sin más antes que empezar a iniciar a dshollinar el corazón con mirada recelosa? Creo que en este caso las monjas se merecen al menos este blog, desinteresado y con afecto. Es mejor que darles las gracias por algo más que evidente para ellas sin perturbar su santa paz con mi aspecto de trogloide de las cavernas suizas.

Amén intrépidos corderos, sean alabados con la sabiduría que les da su juicio

2 comentarios:

  1. No tengo mucho que decir acerca de las monjas, les tengo mucho mas respeto que a los curas, eso esta claro.

    Una visita diaria menos en ocho días, paso, y no suele haber huellas, tan solo aumenta un contador.
    se me hará raro no leer este pequeño "noticiero" de biofrutas.

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  2. Aumenta algo el contador, sí, poco y sin rastro, eso es lo que hace más especial aún los comentarios con un anónimo que guarda las composturas con la línea que lleva este blog, vivo, pero pasando de lado y de puntillas, y sea dicho de paso, descalzo.

    Un abrazo anónimo, y espero que tu cambio en ocho días sea para bien.

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¡Teeeeeteeeejas!