viernes, 3 de julio de 2009

Mermelada, frutas pochas. MC

Ahora querría ser él, querría poder cantar tranquilamente lo que se me pasase de la cabeza, libre como una nutria panzuda harta de comer salmones, decir pasteladas resultonas y conseguir paz y a la par embelesar a las chicas, pero yo siempre tendría un amor platónico.

Por el momento le dedico esta canción a Bitter Conch, nuestra fan nº cero, y agria como es ella pero con buen corazón, espero que se dulcifique un poco, yo sólo no puedo con el peso del melindre, aún no estoy preparado, pero quiero querer como quiere él, así que empiezo por la mitad, una canción compartida es un sentimiento amplificado, así que si Madmoiselle Bit Conch me concede este baile convertiré mi pequeña parte de hastío en una sensación de bienestar absoluto, acompañado de una cena a media luz, con nuestras voces melodiosas, pero siempre en un tono mantenido, apaciguador, sonreímos como tortolos, y Roberto ha conseguido........ ohhh

Ha terminado la canción, the cure, y es viernes, aunque esté solo tengo que darle un golpe de vida a mis venas, ya dejaré mi historia de amor para el momento crucial.

Ahora a la salud de Dry, voy a echar unas cervezas mientras termino de leer tokyo blues, una historia del hermano sofisticado y rapiño, aunque sólo sea por los ojos, de Roberto Carlos.

5 comentarios:

  1. con gusto me tomaba yo unas biére de pression avec tú. Aguanta, madlux
    Te dedico este cambio de color de blog, que no es irreversible

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  2. Ay, Madcap, corazón! Pues claro que te concedo este baile aunque sea sin música (la canción ha desaparecido, ¿cuál era? aunque con The Cure habrás acertado)
    Qué ilusión, jolín! Un post dedicado... Siento llegar tan tarde... No se me hará tarde cuando vuelvas, verás. :)

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  3. pero... estos dos están liados ¿no?

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  4. Anónimo, como podrás ver no estamos liados, no se le hará tarde para llegar a casa cuando yo vuelva, lo dice ella, significa que comerá el mousse de cangrejo, se saciará de caviar, también el soufflé de mango, champagne rosado, todo lo que haya preparado, y entonces, suena el pitido de un coche: oye, que muy buena la cena, que Robrto Calabrés ya ha llegado, es mi chico de moda...... así es anon

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