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Cuando las cosas no salen como a mí me gustaría, me dedico a insultar al camarero -como decía la canción de Radio Futura.
De repente, todo el mundo me parece imbécil; incluso los que evidentemente son más listos que yo. Me cierro en banda y no respiro. Apenas puedo tolerar los chistes ni el cariño de la gente que me rodea. Me convierto en una bomba nuclear.
Todo me parece equivocado, agito mi puño contra la Luna.
El cinismo, la levedad o el humor desaparecen. Todo es rabia difusa e indiscriminada. No es justo, no es justo.
De tan infantil es terrible.
Todo parece inútil, como cuando te comen una ficha en el parchís. Mecagoenlaputa, repito como un mantra. Y ni siquiera me quedan ya fuerzas para emborracharme, me da una pereza terrible.
Todo el andamio a tomar por culo. La fiesta para recibir con alegría a los americanos se queda en mero preparativo. No te dan la beca, te jodes.
Y entonces el encabronamiento es brutal porque te sientes como la cigarra, o sea, que sabes que en buena parte la culpa es tuya, pero eso no evita que te sigas cagando en la hostiasantabendita. No es justo, me cago en las hormigas y en el capitalismo y en la historia de la humanidad.
Vas a coger el coche y te han roto una luna y se han llevado el radiocassette. O te atraca un jincho, o te vacila un enano embadurnado en aceite. O te hacen una pregunta terriblemente equivocada, o una respuesta brutalmente desacertada, o un silencio subnormal. Nada te irá bien si tu mood se ha desintegrado de la hostia.
Podrías plantarle una peineta al mundo. Aunque eso es exactamente lo que estás haciendo ya; y si la única opción es quedarte como estás, seguir haciendo lo que haces, pues opción no es la palabra. La palabra es follen. Follen al viento.
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Diagnóstico: pérdida momentánea del mesotes.
ResponderEliminarTratamiento: escúchese tranquilamente:
http://www.youtube.com/watch?v=4wrNFDxCRzU
Posología: 1 vez al día por la mañana durante 7 días.
La mesotes quería decir.
ResponderEliminargracias, inspecteur; hermoso!
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