Queda la música, y muy poco más - MC

Padezco una enfermedad que no da fiebre, pero su sintomatología se parece... antes me ha hecho estar animado y pensar:

Curioso es que no se haya tratado cierto sujeto con propiedad en este blog, con altas miras, recelo y el valor que se merece, por la mancha oscura que nos inunda desde que sentimos su sentimiento animal: el sexo.

Creo que no lo ha tratado el ínclito señor Dry, quién más podría hacerlo. Yo? no seré yo, carezco de muchísima base, es quizá por eso que se llame blog de las ttjas, es una burla a nuestra vida?

Cuantos de los problemas vienen condicionados por una persona del sexo opuesto (hetero-lover), por el voraz instinto animal y la soledad que desprende cuando nuestros amigos encuentran la estabilidad, como quien va a la mili, pero con vocación, sin remedio diría.

Cuantas veces habremos oído a chicos con problemas de pareja: si me hiciese gay, o a la inversa, chicas diciendo: si me hiciese tortillera dentro de un bollo... si renegasen de lo que es, si destripasen lo que nos hace ser un problema con patas, si quemas la poesía, casi todas las canciones, quizá todas...

Y luego dirán que no hace falta la educación sexual, y luego nos dirán que debemos ir a la iglesia. Pero de pequeños necesitamos saber más que nunca qué viene a continuación, estar preparados, y creo que los niños sabemos de todo menos de aquello que puede ayudar a conducirnos. Llámesele filosofía, o psicología, incluso medicina, por qué no...

Y así vuelvo a lo mismo, al batallón terrible que es el mundo, donde todos hacemos la mili, el trabajo, el sistema... pero no sé nada de él, ni de tetas, ni de amar, ni de que me amen, ni de compartir... es decir, de lo que de verdad importa cuando llega una edad, porque la persona que no está preparada, se resiste a vivir eternamente de aquella forma que ya sabe, gozando de sus privilegios sin querer ver con engaños que la mitad de las cosas que hace ya han perdido la substancia que tenían por el hecho de ser algo joven...

En verdad no quiero decir nada, sólo me encuentro enfermo, y mañana viene una chica a verme, y eso me ha dado que pensar.

Seré capaz de compartir mi soledad con ella?

Espero que no quiera compartirla, eso seguro, pero en sus momentos de mutismo lo hará. Y yo quiero y no quiero, pero más bien no quiero, y es que necesito algo, y precisamente ella viene, y cuanto menos, es algo, así que lo tomo, porque si soy fiel a mí mismo, e intento ser fiel a la verdad, pese a todos los engaños que esto pueda conllevar, alargar la mano en la oscuridad buscando un leit motiv es la única que me queda, y en esas el tiempo se llenará, y saldrá una burbuja con más tiempo para seguir mi búsqueda hacia la nada infinita, mágica, colosal, tan inmensa como todas las patologías del cerebro humano... tan magnífica.

Qué nos guía? qué nos hace estar unidos? quiero decir realmente unidos por lazos de tiempo, por muchos minutos al día... y encuentro que en muchos casos, a la larga es lo que se entiende por cotidiano, y los paseos son una extravaganza que alegra el día, pero jamás una persona podrá congregar a su grupo de amigos si les dice de ir a revolverse por el césped, pegarle pepinazos a un balón, gastar bromas a los viandantes como lo hacen en la tele... eso como mucho lo hacemos cuando estamos solos, o casi solos, pero no se propone. Como decía, nos quedan las cenas, una escapada a la montaña, canciones en la que escuchamos: "yo no quiero un amor civilizado con recibo y escena de un sofá" mientras miran las parejas sus respectivos móviles tirados en un sofá...

Imagino que la normalidad no debería parecerme triste, imagino que soy una pieza de puzle que ha estado hecha para un extraño designio, que en verdad, no es nada divino, sino un fallo genético, ni más ni menos, y ahí todo lo que uno puede hacer es reconocer sus debilidades y aprender a tragar polvo lo mejor posible.

Espero sinceramente que todos ustedes (2 o 3) sean felices